La poesía llega a todos

Ocho de los participantes del Taller de Poesía Fácil, organizado por Anfas y el Ateneo Navarro, recitaron ayer 24 poemas ante un público muy familiar. Todos ellos demostraron lo que habían aprendido durante todos estos meses de «duro trabajo».

María Giral.– Pamplona

Sin nervios y como auténticos profesionales sobre el escenario. Así recitaron ayer sus poemas los ocho integrantes del grupo del Taller de Poesía Fácil organizado por Anfas (Asociación Navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual) y el Ateneo Navarro. Un recital de poesía que se celebró en la Casa de Juventud de Pamplona. «No tenemos nada de nervios. Esta mañana un poco nervioso sí que estaba, pero ahora nada de nada», contaba un entusiasmado Jon Baleztena Abaurrea, de 29 años. Baleztena iba a ser el primero en aparecer sobre el escenario con su poema Soy de trapo, y eso es «tela marinera», reía.

Junto a Baleztena se encontraban Bárbara Trébol Casero, de 29 años; Isabel Valles Navarro, de 62 años; Sheyla Esparza Marín, de 27 años; Mª Jesús Goñi Percaz, de 53 años; Vanesa Alonso Casado, de 19 años; Damaris Fernández Mesas, 25 años; y Victorio Latasa Goyinaga, de 48 años. Los ocho padecen algún tipo de discapacidad intelectual pero ello no les ha impedido aprender mucho y «disfrutar de cada poesía», apuntaba Esparza. A su lado, Goñi comentaba lo bien que había ido este curso. «Estamos muy contentos. Sabemos contar las sílabas de cada verso y palabras raras como hipérbaton», decía. «Y lo más importante es que sabemos lo que dicen las poesías cuando las leemos. A mi ya me había pasado de recitar algo y morirme de vergüenza porque no sabía ni lo que decía», reía Esparza.

Aunque todos admitían no tener nervios y estar muy seguros, alguno se dedicó a hacer ejercicios de respiración «como auténticos profesionales», apuntaba Trébol. Además, Esparza aprovechó para contarles a sus compañeros que había hecho «alguna trampa». «Os tengo que decir que cuando venía en la villavesa he estado estudiando mis poesías. Es que había algunas palabras muy difíciles que no me salían y me quedaba atascada», contaba mientras no paraba de reír.

Esparza también se emocionaba al recordar los versos de su poesía Mamá. «Antes me he puesto a llorar en medio de la villavesa al leerla. Es muy emocionante la historia que cuenta sobre un hijo que es drogadicto y una madre que le ayuda todo lo que puede para salir adelante», explicaba. Baleztena tampoco podía contener la emoción al recordar a su tía Yolanda, a la que le iba a deciar hoy su «actuación». «Estoy seguro que allá donde esté me verá y se sentirá orgullosa. Sé que estaría muy contenta por lo que voy a hacer esta tarde», afirmaba.

La mayoría de los poemas estaban adaptados para ellos y eran obra de José Luis Allo, vicepresidente del Ateneo Navarro, y director del taller de poesía junto a Isabel García Hualde. «Estamos muy contentos con el resultado. Es increíble ver la calidad humana que tienen y todo lo que han aprendido», apuntaba Allo. «Son muy responsables con todo lo que hacen y se han comprometido mucho con el taller. Han aprendido ellos, pero nosotros también», añadía García.

Aunque fueron pocos, alguno también se atrevió a recitar algún verso de Lorca y Neruda, «dos de los grandes poetas», apuntaba Goñi. Y la más valiente de la tarde fue Vanesa Alonso Casado que había preparado una poesía de «mi puño y letra», confesaba. El amor era el tema que había inspirado sus versos, pero «no le dedico a ningún chico el poema», advertía. «Es algo más abstracto. Trata del primer amor entre un chico y una chica, y también de los primeros besos», explicaba.

Un público familiar

Como en casa y arropados por sus amigos y familiares. Entre el público de ayer había padres, madres, hermanos, tíos y amigos. Entre ellos estaba Saioa Urbina San Martín, de 28 años, que estaba «encantada» de ver a sus compañeros de grupo actuar sobre el escenario. «Lo van a hacer genial seguro», contaba Urbina. «Yo confío en ellos y sé que lo van a hacer muy bien», añadía. Aunque para Urbina todos eran muy buenos entre sus favoritos de la tarde estaban Jon y Victorio. «Es que ellos lo hacen muy bien que les he oído», contaba.


FUENTE: Diario de Navarra, 20/06/14

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