El cerco

Hay mil maneras de matar 
el corazón de un pájaro
apresar su discurso 
entre celosías y rejas.

Hay varios ángulos
para observarlo 
medir distancias
trazar un signo
anotar la hora 
en la que expira.

Después puedes 
echar persianas
analizar su sangre 
todavía caliente
recoger sus plumas 
diseñar un pálpito 
un ala, un nido
o una ciudad 

antes de posar ante la cámara
y declararte inocente. 

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